Convencida que la clave durante y post pandemia del virus Covid-19 es “ir un paso más allá”, la experta española y directora de CPI & Innovación, Sandra Sinde Cantorna, repasó experiencias y datos relacionados con la idea de innovar la forma de innovar. “Si antes no existía la normalidad -no es una palabra con la que me sienta muy cómoda-, menos (existe) la ‘nueva normalidad’”, sentenció.
Máster en Derecho Internacional de Internet y con más de 20 años de experiencia laboral, la licenciada en Economía participó en el nuevo webinar organizado por la Empresa Puerto Valparaíso y patrocinado por IDOM, que tuvo como tema “La innovación abierta en la nueva normalidad”, el cual moderado por Carlos Cárcamo, encargado de Marketing de EPV.
“La única certeza en este momento es que la incertidumbre va a ser el estadio de la nueva normalidad. Estamos enfrentando una ola que va a cambiar nuestra historia. No estamos conscientes del momento histórico. Esta ola existía, pero antes era de 10 metros y ahora es de 20”, aseguró Sinde quien recurrió al acrónimo inglés VUCA -volatilidad, incertidumbre, complejidad, ambigüedad- para citar uno nuevo -CURVA- que suma el concepto de hacer todo en remoto.
“Está la sensación de no saber qué hacer y tener cierto temor. Veníamos de un cambio donde el culpable no es el cisne negro, ya que no era un evento tan inesperado, varios expertos ya habían adelantado algo. Los aprendizajes y señales que nos deja la crisis al mundo de la innovación abierta, son que, vivamos donde vivamos, viviremos en ciudades en alerta. Cómo ofreceremos seguridad y servicios a todos los ciudadanos, no sólo a los que están en mejores condiciones económicas. Se genera esa equidad social que tiene que venir en estos momentos”, puntualizó.
Haciendo hincapié en la importancia del desarrollo tecnológico, Sinde indicó que “debe tener un enfoque hacia la resolución de problemas, de forma ágil y centrado en necesidades reales. La investigación debe orientarse a grandes misiones y debe ser algo más colaborativo. Algo que escape de la innovación tan sectorializada y que obligue a trabajar alineados a un objetivo concreto”.
Incorporando el factor medioambiental a la ecuación, la también especialista en Economía Internacional sostuvo que “esto debe estar conectado con la sostenibilidad de las agendas 2030, porque de nada sirve que seamos innovadores como organización si no tenemos un planeta que mantenga esa organización. También hemos vivido un cambio hacia una economía más real y local. Respecto a los sistemas de desarrollo productivo más locales, muchas regiones han podido articular estrategias de clúster en polos para producir de forma rápida productos necesarios. Los productos deben siempre tener un valor positivo”.
“Vamos a sufrir un cambio de hábitos que aún no se define. Cómo va a salir un planeta completo de consumidores después del shock. Será una cuestión antropológica más que econométrica. Respecto al propósito, aquellas organizaciones cuyo propósito era producir y vender han quedado dañadas con esta crisis. Los consumidores buscan empresas que han sido capaces de comprometerse en esta situación y aportar valor compartido. La puesta en valor de la era colaborativa ha sido de lo que más se ha hablado en los últimos cuatro meses. Este enfoque de colaboración ha puesto de manifiesto que la innovación va de la mano de colaborar”, indicó Sinde.
Cómo afrontar estos retos
Aludiendo a los dichos del director de la CEPAL, Daniel Titelman, Sinde manifestó “que esta crisis hará que el mundo se replantee nuevos modelos de desarrollo donde el sector público deberá tener un rol mayor que el de los últimos 30 años. Ante esto, las ciudades reaccionan de diversas maneras y evolucionan a medida que avanza la pandemia, concentrándose en no ahogarse respondiendo a las urgencias, reaccionando con ideas y métodos conocidos y surfeando la ola, generando conexiones que nos permitan salir a flote”.
“La nueva normalidad -afirmó la expositora- no va a volver porque la normalidad no era el problema. Lo normal es lo que ya no aporta realmente. Tenemos que buscar lo excepcional, aquellos elementos que nos hacen diferentes. Y en ese sentido se abre paso la innovación pública abierta, entendido como la visión de un sector que permita la conexión con actores externos a la administración pública como copartícipes de la creación de valor público para todos los ciudadanos”.
Sobre el modelo para enfrentar las variables entre la innovación y un mundo post Covid-19, Sinde formuló una estructura con un Gobierno abierto, la capacidad colectiva de crear y plataformas y uso canales de comunicación, instrumentos como el gestor de ofertas y demandas, retos y concursos (experimentación), datos abiertos, capital semilla y compras públicas de innovación”.
Finalmente, la asesora técnica entregó recomendaciones considerando la situación actual. “Apoyar a empresas, aprovechar el beneficio de la innovación abierta y catalizar futuras compras. Liderar un proceso de cambio que vea la crisis como una oportunidad, mixear los instrumentos con una hoja de ruta clara, anticipar las necesidades, incentivar mayores esfuerzos con el sector académico, atraer nuevos agentes a nuestro mapa de instrumentos y medir el impacto”, concluyó.